Si este año tuviera yo que ser jurado único en los premios Goya y estuviera en mis manos dar el premio a la mejor película del año del cine español, lo dejaría desierto.
No suelo yo coincidir con la crítica en esto del cine. A mi me gusta lo que me gusta y punto. Y este año no me ha gustado ninguna película como para darla un premio de esta entidad. Me parecen todas más bien flojas.
Si me pusieran entre la espada y la pared y tuviera que decicirme por una de las películas candidatas, probablemente lo haría por Buried. Y no porque me gustara especialmente, se me hizo larga - muy larga -, sino más bien por la carga de metáfora que sobre el propio cine español tiene la película.
Y es que el cine español está enterrado y no logra hacerse entender desde el exterior. Se enrocan en su ataúd dentro de sí mismos con ideas como la de la Ley Side y para un medio que tenían de comunicarse con el exterior, @alexdelaiglesia, lo van a echar de la academia culpabilizándolo de todos los males del cine español.
El cine español no tiene espectadores no a causa de las descargas, legales, sino porque las películas son poco atractivas. En 2009 la industria cinematográfica en España recaudó 566,6 millones de euros y el año pasado subió hasta 575,1 millones, pero gracias a las películas extranjeras.
Las producciones españolas sobreviven gracias a las subvenciones como la que la ministra Sinde se da a ella misma. Y está bien subvencionar los productos culturales pero si quiere convertirse en una INDUSTRIA tiene que transformarse y buscar aliados en los que ahora ve como enemigos.
Por un lado, tiene que buscar nuevos modelos de negocio y nuevas formas de distribución de los productos. Por ejemplo, el modelo de Spotify está funcionando para las discográficas. Debe ser un camino a explotar.
De otra parte, deben trabajar mucho en los contenidos creados. Escuché una frase que lo definía perfectamente: La de espagueti westerns que tuvo que hacer Clink Eastwood hasta llegar a Sin Perdón.
Nota: No puedo poner el enlace a la página oficial de los premios porque en este momento la han tumbado los anónimos.
Nota2: El vídeo que ilustra el texto está escogido no sólo por la candidatura a la mejor canción original sino también por que Russian Red es lo que podríamos llamar un producto internet.