martes, 17 de diciembre de 2013

Por una buena causa


A veces hay que hacer un esfuerzo, vencer timideces y reparos, y hacer lo que hay que hacer por una buena causa.

La Fundación Vicente Ferrer ha iniciado una campaña de sensibilización para promover el apadrinamiento y continuar su tarea de erradicar la pobreza en una de la India del tamaño de la provincia de Cáceres llamada Anantapur.

Para esta campaña se ha contado con el efecto llamada de un gran actor como es Imanol Arias aprovechando la coyuntura de que recientemente ha terminado el rodaje de una película en la que él representa el papel de Vicente Ferrer.

Todos los que conocemos y queremos a la Fundación tenemos una especial ilusión en el estreno de esta película realizada por Televisión Española y cuya distribución se prevé se realice solo en la pequeña pantalla. Creo que va a ser curioso, y será una demostración de buen hacer interpretativo, ver a Imanol dando vida a un personaje histórico tan reciente y del que todavía muchos guardamos recuerdo. Es un error mío obviamente pero veo tan difícil que el nervioso Antonio Alcántara se transforme en el pausado Vicente Ferrer.

Ha sido más difícil contar con personajes locales para apoyar esta difusión. A la Fundación no, porque después de haber conocido en directo su labor no les puede decir que no a nada, pero para mi ha sido complicado, uno no se ve en pantalla, intentando trasmitir un mensaje tan por encima de uno mismo. Graba uno media hora con la convicción de que luego van a cortar y poner unos segundos. Ese rato que hablas no puedes fallar, tú no controlas el proceso de edición y puede que una anécdota sin importancia llame más la atención que el fondo que quieres transmitir. No creo que sea el caso porque Piedad, la redactora de CMT a quien debo dar las gracias, ha construido una pieza que en un minuto condensa la emoción de la cooperación con el rigor de la actividad de la Fundación en India.

Os dejo las dos versiones: la del profesional competente y la del espontáneo bienintencionado.

 
PD: Para los que habéis preguntado, sí se puede colaborar con la Fundación Vicent Ferrer sin tener que dejarse barba