Afortunadamente el machismo va despareciendo de nuestra sociedad y cada vez está menos justificada la existencia de un Ministerio Ad Hoc y de una maraña de organismos que en algunas ocasiones no tienen otro fin que autojustificar su existencia e inventar palabros bisexuales.
No obstante, todavía queda un poso que todavía hay que erradicar y mucho más en los medios de comunicación por su efecto difusor y ejemplarizante. Y no me refiero al fomento del uso del todos y todas y paponadas de ese pelo que insisten en reproducir los manuales de estilo de redacción no sexista. Me refiero a expresiones como las que muestra este titular:
En fin, no es cuestión de detenerse en la anécdota. Es un ejemplo de los que se dan casi cada día y que me ha llevado a reflexión.
Tratemos a las mujeres como si fueran hombres o, aún mejor, a los hombres como si fueran mujeres (que yo también tengo poso).
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