Esta vez el médico ha repasado el flamante ordenador que le pusieron en el despacho, hará ya más de un año, será que se va haciendo con el tema.
Me ha pedido amablemente que pasa a ver a la enfermera a completar mi ficha clínica.
Si no hubiera sido por eso no me habrían medido, pesado y automáticamente calculado el IMC y el ICC. El jodido programa le ha chivado que tengo sobrepeso y que estoy al borde del riesgo cardiovascular.
¡Con lo feliz que era yo sin pesarme!
Ahora cada vez que vaya a por recetas el doctor sabrá de mi problema, me preguntará si he bajado peso, me pedirá análisis para ver si hay otros factores de riesgo... Con dar mi nombre, mirar a la pantalla y 5 minutos tecleando en el maldito ordenador ¡Ahora me tienen controlado!¡Qué horror!
Hay otros médicos en el sistema que no usan el aparatejo porque no tienen obligación, nadie les puede decir a ellos como pasra consulta. Claro que uno de esos jamás me pesó en todos los años que estuve pidiéndole recetas y obsequiándome con Lexatin.
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