Hemos decidido probar la franquicia local de Rock and Ribs, que a priori parecía y más digerible que el McDonald's.
La sala está ambientada con los tópicos de lo que se supone la América profunda. Forros de madera coloreada con dudoso gusto, sillones de polipiel, herraduras y cuadros de vaqueros. Hace frío porque el sitio es demasiado pequeño para tener la puerta abierta y no me gusta comer con cazadora.
El servicio es bueno, si bien es cierto que sólo había 5 mesas ocupadas. Te sientan rápido y en ese momento te piden las bebidas. No hay espera entre platos y el trato es amable.
La carta contiene los típico que se espera de un restaurante de estas características: entrantes tex-mex, ensaladas, hamburguesas, sandwitches y barbacoa.
En cuanto a bebidas no hay más que refrescos estándar, de grifo, y ni siquiera tienen una variedad de cervezas.
De entrante nos hemos pedido unos fingers de queso que no estaban mal, al menos no son de frudesa como los de otros sitios similares, y una buschetas que son tres rebanadas de pan con ajo con distintos componentes y gratinadas con queso. Se dejan comer.
Como plato fuerte yo me he pedido un House Steak que es un filete marinado con especias que no está mal. Las especias dan sabor pero no se comen el de la carne. Lo he pedido en su punto pero estaba un poco hecho de más. El filete es de generosas dimensiones como todas las raciones que nos han servido.
Los postres son contundentes, de solidez muy americana, se hacen muy pesados. Hay uno que se llama Muerte por chocolate que responde exactamente a su nombre. Los brownies no estás europeizados y por tanto son verdaderos ladrillos.
Hemos salido a 25€ por cabeza.
En resumen, si hay que ir a un burguer, esta es la mejor alternativa que tenemos bastante por encima de las otras franquicias locales del mismo estilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario