Siempre me he preguntado porqué el suelo electoral del PP es más alto que el del PSOE. Además de la explicación más obvia, como es que no hay más partidos de derechas estatales en España, creo que casualmente he encontrado una de las causas sociológicas en una conversación que he escuchado en una céntrica cafetería.
Había un grupo de veteranos contertulios, de ambos sexos, debatiendo sesudos sobre temas de actualidad.
Tras un repaso a la crisis llegaron a los casos de corrupción de los pueblos de la zona norte de Madrid. Varios de ellos afirmaron “conocer de buena tinta” la certeza de las acusaciones del “infame” Garzón.
Se daban pues por probadas las acusaciones a los imputados, con especial saña en el caso de Boadilla, al parecer por las relaciones personales de alguno de los presentes.
Entonces una señora hizo el corolario y dictó la sentencia: “Y esto son los nuestros. Imagínate que harán los otros que son unos sinvergüenzas.”
Dixit.
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